jueves, 10 de mayo de 2012

Relatos Celebres Sobre La Musica


El siglo romántico celebró las nupcias de la música y la literatura. Figuras literarias como Hoffman, presente en esta antología, lo certifican. Su influencia sobre la música y los músicos fue decisiva en la gestación del gran canon clásico-romántico (en particular en la conversión de Beethoven en el gran héroe titánico y prometeico de esa aventura).

Sus análisis de su quinta sinfonía, unidos a sus relatos literario-musicales excitaron e incitaron la imaginación de ese personaje particularmente influyente como crítico y como músico que decidió la hermandad de música y literatura para siempre: Robert Schumann. Desde ese idilio incipiente puede perseguirse la gran influencia mutua que música y literatura entablan, desde los poemas sinfónicos de Liszt y los dramas musicales wagnerianos hasta la célebre novela de Thomas Mann (en la que recrea en un mismo personaje figuras tan dispares como Nietzsche, Mahler y Schünberg).

Esta antología destaca un abanico de posibilidades de materia literaria que la música ofrece a los escritores. De todos estos textos destaca, a mi modo de ver, el de Marina Tsvietaieva, por la frescura y originalidad que muestra. Siendo “originalidad” aquí la vuelta a los comienzos mismos de una existencia marcada por el peso abrumador de una madre musical, que determina los primeros encuentros con el mundo de la emoción y del sentido de una niña que deletrea la clave armónica estampada en la imponente presencia y prestancia de un gran piano de cola. El relato es extraordinario: nos sumerge en la magia de las notas blancas y negras, con sus colores y emociones específicas; como el sorprendente toque de tristeza que las notas negras entregan al alma de la niña. Las escalas diatónica y cromática, las notas graves y agudas, entregan sus ademanes y sus gesticulaciones específicos, adelantándose al sentido y significado mismo de las palabras; palabras susceptibles de tratamiento poético. Se nos narra, en este hermoso relato, la gestación de una vocación lírica que la aurora musical anticipa. Y junto a este relato, otros más previsibles, pero igualmente imponentes, como el que Stefan Zweig consagra al gigantesco (en el doble sentido, literal y figurativo del término) Haendel, capaz de resucitar de una letal enfermedad por la fuerza vital que atesora; y de asumir su destino el día en que se siente abocado, por expreso designio de Lo Más alto, a realizar la obra de su vida, su inmortal Mesías. 

El desorden relativo de los relatos no es inconveniente para familiarizarnos con un universo que tiene la peculiaridad de provocar una adición inquebrantable en quien se contagia de él. Y es que la música, abecedario primordial de nuestras emociones, previa al lenguaje y al orden de las numeraciones, parece convocarnos siempre a un balbuceo originario que, en su peculiaridad pre-verbal, apta para todas las sinestesias, desprende, con las emociones que provoca, también sentido.

Estamos, pues, ante un libro que nos sensibiliza con este mundo tan especial y tan necesario para nuestra supervivencia: el de la música. Y en lo que ese mundo proporciona, como res gestae, a la imaginación literaria. 

Alvaro Mutis


Nació en Bogotá en 1923. Autor de los poemarios: Los elementos del desastre (1953),Reseña de los hospitales de ultramar (1955), Los trabajos perdidos (1965), Summa de Maqroll el Gaviero (1973), Caravansary (1981), Los emisarios (1984), Crónica regia y alabanza del reino (1985), Un homenaje y siete nocturnos (1986). De las obras de narrativa: Diario de Lecumberri (1960), La mansión de Araucaima (1973), La nieve del almirante (1986), Ilona llega con la lluvia (1987), Un bel morir (1989), La última escala del Tramp Steamer (1989), La muerte del estratega (1990), Amirbar (1990) yAbdul Bashur soñador de navíos (1991), Tríptico de mar y tierra (1993).
Además del Premio Cervantes (2001), fue galardonado con el Premio Nacional de Poesía de Colombia (1983), Premio Xavier Villaurrutia (1988), Premio MédicisÉtranger (1989), Premio Roger Caillois (1993), Gran Cruz de Alfonso X El Sabio (1996), el Premio Príncipe de Asturias (1997), el Premio Reina Sofía (1997) y Premio Ciudad de Trieste (2000).


Jairo Anibal Niño


(Moniquirá, Boyacá, 1941 - Bogotá, 2010) Escritor colombiano dedicado fundamentalmente a la literatura infantil y juvenil, campo en el que produjo algunas de las obras más importantes de Latinoamérica, aunque cultivó asimismo la narrativa para adultos, la poesía y, especialmente, el te atro
Figura polifacética, tras abandonar los estudios que había iniciado en Bucaramanga se dedicó al dibujo y la pintura, y formó parte del grupo artístico La Mancha. Volcado luego en el teatro, a finales de los 70 fue actor, director y titiritero y se integró en grupos teatrales de protesta y en el Teatro Libre de Bogotá. En sus últimos años ejerció la docencia universitaria y dirigió grupos teatrales universitarios. En 1988 fue nombrado director de la Biblioteca Nacional de Colombia.
Su producción dramática abordó temas relacionados con los conflictos recientes de la sociedad colombiana desde una perspectiva crítica y sarcástica, sirviéndose a menudo de técnicas esperpénticas. Algunas de sus piezas dramáticas, que han sido representadas en diversos países americanos y europeos, son Las bodas de lata o el baile de los arzobispos (1968), El monte calvo (1975), Los inquilinos de la ira (1975), El sol subterráneo (1978), La madriguera (1979) y Efraín González (1980).
En el campo de la literatura infantil y juvenil hay que destacar títulos como Zoro (1977) y De las alas caracolí(1985). Publicó además diversas recopilaciones de relatos breves, como Puro pueblo (1977) y Toda la vida(1979). En 1982 el director colombiano Ramiro Meléndez rodó El manantial de las fieras, basada en un guión de Jairo Anibal Niño.


Cien Años De Soledad


Publicada en 1967, Cien años de soledad relata el origen, la evolución y la ruina de Macondo, una aldea imaginaria que había hecho su aparición en las tres novelas cortas que su autor había publicado con anterioridad. Estructurada como una saga familiar, la historia de la estirpe de los Buendía se extiende por más de cien años, y cuenta con seis generaciones para hacerlo.
La crónica de los Buendía, que acumula una gran cantidad de episodios fantásticos, divertidos y violentos, y la de Macondo, desde su fundación hasta su fin, representan el ciclo completo de una cultura y un mundo. El clima de violencia en el que se desarrollan sus personajes es el que marca la soledad que los caracteriza, provocada más por las condiciones de vida que por las angustias existenciales del individuo.
El realismo mágico (también llamado lo real maravilloso) hace posible que la objetividad de la vida material se vea matizada por la subjetividad de la fantasía. Lo insólito (situaciones parecidas a los cuentos de hadas, levitaciones, premoniciones, la extrasensorialidad presente) da lugar a una atmósfera mágica que atenúa la miseria social y humana, de forma que lo mágico subraya la dureza y desajuste de la realidad, la violencia que domina la vida cotidiana.

Gabriel Jose Garcia Marquez


Gabriel José García Márquez  nació en Aracataca (Colombia) en 1928. Cursó estudios secundarios en San José a partir de 1940 y finalizó su bachillerato en el Colegio Liceo de Zipaquirá, el 12 de diciembre de 1946. Se matriculó en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Cartagena el 25 de febrero de 1947, aunque sin mostrar excesivo interés por los estudios. Su amistad con el médico y escritor Manuel Zapata Olivella le permitió acceder al periodismo. Inmediatamente después del "Bogotazo" (el asesinato del dirigente liberal Jorge Eliécer Gaitán en Bogotá, las posteriores manifestaciones y la brutal represión de las mismas), comenzaron sus colaboraciones en el periódico liberal El Universal, que había sido fundado el mes de marzo de ese mismo año por Domingo López Escauriaza. 

      Había comenzado su carrera profesional trabajando desde joven para periódicos locales; más tarde residiría en Francia, México y España. En Italia  fue alumno del Centro experimental de cinematografía. Durante su estancia en Sucre (donde había acudido por motivos de salud), entró en contacto con el grupo de intelectuales de Barranquilla, entre los que se contaba Ramón Vinyes, ex propietario de una librería que habría de tener una notable influencia en la vida intelectual de los años 1910-20, y a quien se le conocía con el apodo de "el Catalán" -el mismo que aparecerá en las últimas páginas de la obra más célebre del escritor,Cien años de soledad (1967). Desde 1953 colabora en el periódico de Barranquilla El nacional: sus columnas revelan una constante preocupación expresiva y una acendrada vocación de estilo que refleja, como él mismo confesará, la influencia de las greguerías de Ramón Gómez de la Serna. Su carrera de escritor comenzará con una novela breve, que evidencia la fuerte influencia del escritor norteamericano William Faulkner: La hojarasca (1955). La acción transcurre entre 1903 y 1928 (fecha del nacimiento del autor) en Macondo, mítico y legendario pueblo creado por García Márquez. Tres personajes, representantes de tres generaciones distintas, desatan -cada uno por su cuenta- un monólogo interior centrado en la muerte de un médico que acaba de suicidarse. En el relato aparece la premonitoria figura de un viejo coronel, y "la hojarasca" es el símbolo de la compañía bananera, elementos ambos que serían retomados por el autor en obras sucesivas.  
      
En 1961 publicó El coronel no tiene quien le escriba, relato en que aparecen ya  los temas recurrentes de la lluvia incesante, el coronel abandonado a una soledad devastadora, a penas si compartida por su mujer, un gallo, el recuerdo de un hijo muerto, la añoranza de batallas pasadas y... la miseria. El estilo lacónico, áspero y breve, produce unos resultados sumamente eficaces. En 1962 reúne algunos de sus cuentos -ocho en total- bajo el título de Los funerales de Mamá Grande, y publica su novela La mala hora 
      
Pero toda la obra anterior a Cien años de soledad es sólo un acercamiento al proyecto global y mucho más ambicioso que constituirá justamente esa gran novela. En efecto, muchos de los elementos de sus relatos cobran un interés inusitado  al ser integrados en Cien años de soledad. En ella, Márquez edifica y da vida al pueblo mítico de Macondo (y la legendaria estirpe de los Buendía): un territorio imaginario donde lo inverosímil y mágico no es menos real que lo cotidiano y lógico; este es el postulado básico de lo que después sería conocido como realismo mágico. Se ha dicho muchas veces que, en el fondo, se trata de una gran saga americana. Macondo podría representar cualquier pueblo, o mejor, toda Hispanoamérica: a través de la narración, asistimos a su fundación, a su desarrollo, a la explotación bananera norteamericana, a las revoluciones, a las contrarrevoluciones... En suma, una síntesis novelada de la historia de las tierras latinoamericanas. En un plano aún más amplio puede verse como una parábola de cualquier civilización, de su nacimiento a su ocaso.  
      
Tras este libro, el autor publicó la que, en sus propias palabras, constituiría su novela preferida:  El otoño del patriarca (1975), una historia turbia y cargada de tintes visionarios acerca del absurdo periplo de un dictador solitario y grotesco. Albo más tarde,  publicaría los cuentos La increíble historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada (1977), y Crónica de una muerte anunciada (1981), novela breve basada en un suceso real de amor y venganza que adquiere dimensiones de leyenda, gracias a un desarrollo narrativo de una precisión y una intensidad insuperables. Su siguiente gran obra, El amor en los tiempos del cólera, se publicó en 1987: se trata de una historia de amor que atraviesa los tiempos y las edades, retomando el estilo mítico y maravilloso. Una originalísima y gran novela de amor, que revela un profundo conocimiento del corazón humano. Pero es mucho más que eso, debido a la multitud de episodios que se entretejen con la historia central, y en los que brilla hasta lo increíble la imaginación del autor. 
      
En 1982 le había sido concedido, no menos que merecidamente, el Premio Nobel de Literatura. Una vez concluida su anterior novela vuelve al reportaje con Miguel Littin, clandestino en Chile (1986), escribe un texto teatral, Diatriba de amor para un hombre sentado (1987), y recupera el tema del dictador latinoamericano en El general en su laberinto (1989), e incluso agrupa algunos relatos desperdigados bajo el título Doce cuentos peregrinos (1992). Nuevamente, en sus últimas obras, podemos apreciar la conjunción de la novela amorosa y sentimental con el reportaje: así en Del amor y otros demonios (1994) y Noticia de un secuestro (1997). Ha publicado también libros de crónicas, guiones cinematográficos y varios volúmenes de recopilación de sus artículos periodísticos: Textos costeños, Entre cachacos, Europa y América y Notas de prensa 
      
Recientemente, la editorial Alfaguara ha publicado una completa biografía de Gabriel García Márquez, Viaje a la semilla, de Dasso Saldívar. Finalmente, a quien le interese la voz directa de García Márquez, podrá consultar el libro de entrevistas El olor de la papaya (1982). O, mejor aún, los sucesivos tomos que constituirían la extensa autobiografía del autor, Vivir para contarlo, cuyo ejercicio, según el propio García Márquez constituye, básicamente, una garantía para mantener "el brazo caliente" entre dos  novelas.



RINRIN RENACUAJO


El hijo de Rana, Rinrín Renacuajo,
salió esta mañana, muy tieso y muy majo.
Con pantalón corto, corbata a la moda,
sombrero encintado y chupa de boda.
"¡Muchacho, no salgas!" Le grita mamá.
Pero él hace un gesto y orondo se va.
Halló en el camino a un ratón vecino.
Y le dijo: "¡Amigo! venga, usted conmigo.
Visitemos juntos a doña Ratona
y habrá francachela y habrá comilona".
A poco llegaron, y avanza Ratón.
Estirase el cuello, coge el aldabón.
Da dos o tres golpes, preguntan: "¿Quién es?"
"–Yo, doña Ratona, beso a usted los pies".
"¿Está usted en casa?" –"Sí, señor, sí estoy:
y celebro mucho ver a ustedes hoy;
estaba en mi oficio, hilando algodón.
“Pero eso no importante; bienvenidos son".
Se hicieron la venia, se dieron la mano,
y dice Ratico, que es más veterano:
"Mi amigo el de verde rabia de calor,
démele cerveza, hágame el favor".
Y en tanto que el pillo consume la jarra
mandó la señora traer la guitarra
y a Renacuajito le pide que cante
versitos alegres, tonada elegante.
"–¡Ay! de mil amores lo hiciera, señora,
pero es imposible darle gusto ahora,
que tengo el gaznate más seco que estopa
y me aprieta mucho esta nueva ropa".
"–Lo siento infinito, responde tía Rata,
aflójese un poco chaleco y corbata,
y yo mientras tanto les voy a cantar
una cancioncita muy particular".
Mas estando en esta brillante función.
De baile y cerveza, guitarra y canción,
la Gata y sus Gatos salvan el umbral,
y vuélvase aquello el juicio final.
Doña Gata vieja trinchó por la oreja
al niño Ratico maullándole: "Hola"
y los niños Gatos a la vieja Rata
uno por la pata y otro por la cola.
Don Renacuajito mirando este asalto
Tomó su sombrero, dio un tremendo salto,
y abriendo la puerta con mano y narices,
se fue dando a todos "noches muy felices".
Y siguió saltando tan alto y aprisa,
que perdió el sombrero, rasgó la camisa,
se coló en la boca de un pato tragón
y éste se lo embucha de un solo estirón.
Y así concluyeron, uno, dos y tres,
ratón y Ratona, y el Rana después;
los gatos comieron y el Pato cenó.
¡Y mamá Ranita solita quedó!

Rafael Pombo,(1833-1912)


Fue un poeta colombiano nacido Bogotá, estudió ingeniería, luego se hizo diplomático, fue miembro del Parlamento de su país;  y se lo considera uno de los grandes poetas y narradores del romanticismo hispanoamericano. Si bien, a diferencia de los románticos del Río de la Plata, y debido a su permanencia en los Estados Unidos, tomó la influencia del romanticismo anglosajón en lugar de la influencia francesa que había penetrado con sus posturas estéticas y sus ideas liberales en el sur de América.
Entre los temas de sus poesías, se pueden señalar: el amor, la naturaleza, la desesperación y la soledad.
Pero la mayor popularidad la alcanzó este autor en su país y en obras antológicas, en la literatura infantil, especialmente los textos contenidos en su libro Cuentos pintados y cuentos morales para niños formales (1854).
 Se pueden citar La hora de las tinieblas, Preludio de primavera; y para  niños, cuentos rimados como Simón El Bobito, Doña Pánfaga, Renacuajo paseador, Cutufato y su gato, Pastorcita, La Pobre Viejecita, El niño y la mariposa.
Su textos fueron reunidos de forma póstuma en Poesías (1916-1917) y Traducciones poéticas (1917).
Logró recrear los recuerdos de la infancia en su país y muchos de los chicos recuerdan a Rin Rin, el renacuajo, los vestidos de la Pobre Viejecita y las colas de las ovejas de la Pastorcita. 


lunes, 7 de mayo de 2012

Maria


Siendo muy joven, Efraín deja el Cauca para realizar sus estudios en Bogotá, y lo hace con gran dolor, por alejarse de los suyos y de su prima María, por la que ya siente un gran amor.
Al cabo de seis años regresa a su terruño, y se reaviva el amor adolescente. El idilio entre Efraín y María en esos tres meses que dura la estada del joven antes de viajar a Londres a continuar sus estudios, los hace comprender que siempre estarán unidos por la intensidad de sus sentimientos..
Pero si bien están apasionadamente enamorados, no quieren demostrarlo a los demás, y el romance se mantiene totalmente en secreto, solamente encubiertos por la hermana de Efraín, Emma.
Sucede a la vez que un joven del lugar, Carlos, comienza a enamorarse de María y a pretenderla.
Mientras tanto, en el seno de la familia de Efraín, se suceden hechos que afectan a los jóvenes. Una sucesión de malos negocios, afecta la salud del padre del muchacho. Llega el momento de la partida de Efrín con la preocupación de la situación económica familiar, el estado de su padre y el alejarse nuevamente de los románticos buenos ratos vividos con su amada. Pero el momento de la partida ha llegado.
Pasaron dos años desde que Efraín se marchara, y María enferma gravemente. Al enterarse Efraín, emprende su regreso temiendo por la salud de su amada maría.
Cuando el joven llega a su hogar, su hermana Emma, llorosa y de luto, le da la noticia de la muerte de María.
Efraín no encuentra consuelo a su dolor, y llora su congoja sobre la tumba de María. Después decide partir con infinita pena, sin saber bien hacia dónde, acompañado en sus sentimientos por el paisaje que se entristece en sombras como acompañando en el dolor al desconsolado Efraín.

Jorge Isaacs


Fue uno de los grandes  escritores colombianos, nació en Cali, Colombia, en 1837, hijo de un judío inglés de Jamaica, y de madre criolla. Estudió en Bogotá.
 Es el autor de la mejor novela romántica hispanoamericana del siglo XIX, "María", que fue publicada en 1867. Fue también excelente poeta. Y dirigió un periódico liberal en 1875.
 Intervino en partidos políticos y luchas internas; primeras desde una posición conservadora, luego como liberal.
 Falleció en Ibagué en 1895.
 Su obra está pletórica de sensibilidad, es ardiente e idealista, y plasma los sentimientos y posturas del romanticismo literario de la época. la naturaleza también está utilizada con el lirismo subjetivo propio de este movimiento artístico. Es el poeta y novelista del Valle del Cauca.




LITERATURA =D


Tras el éxito de Gabriel García Márquez son muchos los autores colombianos que se ha unido a la causa de escribir grandes obras como Jorge Isaac con su libro la maría es una linda historia. 
La literatura colombiana comienza con las culturas indígenas y recibe, a partir de la conquista, la influencia española y europea. Se trata de una literatura mestiza, como todas las latinoamericanas, que fue desarrollando su propia voz con el correr de los años. 
La época colonial de la literatura colombiana estuvo marcada por el componente religioso. Los sacerdotes Juan de Castellanos (1522-1607),Juan Rodríguez Freyle (1566-¿?) y Hernando Domínguez Camargo(1606-1656) son algunos de los principales exponentes del periodo.
La literatura de la independencia colombiana tuvo figuras como Antonio Nariño (1765-1823, mencionado como el padre del periodismo colombiano), Camilo Torres Tenorio (1766-1816) y Francisco Antonio Zea (1770-1822).
Con el costumbrismo, se destacan dos nombres que se ubicarían entre los más importantes de la historia literaria del país: Jorge Isaacs (1837-1895) y Rafael Pombo (1833-1912).